No Walls, No Limits by Héctor

Archive for diciembre 2008

Hola, les deseo a todos lo mejor para este 2009, que sus deseos se cumplan que de verdad cada uno haga un examen de conciencia y vislumbre el camino que quiera para sí. Un fuerte abrazo y a festejar un año más, como dice Mecano:

Mis mejores deseos para el próximo año…


Imagenes para hi5


Foto:Terra

Fuente: El Universal Online http://www.eluniversal.com.mx

Compite la ganadora del concurso, quien fue detenida por portación de armas y dólares, contra La Reina del Pacífico en supuesto certamen de belleza del penal Oriente

«¿Quién opinas que debe representarnos en Miss Reclusorio Oriente 2009?», es como inicia un breve video subido a YouTube y que postula a La Reina del Pacífico, Sandra Ávila Beltrán; a la Matabellas, Myriam Yukie Gaona Padilla, y a la de moda, Miss Sinaloa; Laura Elena Zúñiga, para ser la candidata en un supuesto concurso de belleza en el penal.

En el video aparecen imágenes de las tres mujeres, seguido de otro mensaje que dice: «Deja tu voto por tu favorita. Organiza SIEDO».

En un afán de burla, el título del video es «Se busca candidata a Miss R.O 2009. Denúnciala! Opina».

La bipolaridad es un trastorno que muestra comportamientos opuestos, depresión y manía que pueden llevar hasta el suicidio

Cuántos no conocemos a alguien que lo mismo pasa de la tristeza al enojo, que tiende a tener una personalidad muy cambiante, que a veces hasta terminamos alejándonos porque simplemente nos molesta su comportamiento. O peor, cuántos no son de los que se alejan, los que ni se soportan porque son bipolares.

La psicóloga y docente Tere Álvarez nos comenta al respecto:

«La bipolaridad es un trastorno que se conocía como maniaco-depresivo, ya que mostraba dos comportamientos opuestos. Ahora se denomina bipolaridad porque también se tienen rasgos de depresión y manía que al parecer encierran una depresión que puede volverse crónica o llegar a rebasar el control de la persona al grado de perder la realidad y llegar al suicidio.»

La bipolaridad no es un problema menor, ya que al estar relacionado con las emociones, puede llevar a casos extremos, lo que no sólo perjudica al que lo padece sino a los que lo rodean. Además, aunque tiene características muy particulares, puede no saberse que se padece.

No es algo que se cure como tal, más bien se controla, y para ello es necesario estar en tratamiento médico, «generalmente se trata con fármacos en dosis acordes al efecto que provoca en los individuos.»

La persona bipolar cree que todo lo que le sucede es normal, hasta que llega el momento en que lo rebasa y puede llevarlo a cometer conductas autodestructivas, entre las que se encuentra el suicidio.

Las causas pueden ser una derivación de una depresión «sana», que al descuidarla o no superarla se vuelve más profunda y llega al estado enfermizo, al grado de no detectar que se causa un daño personal. La bipolaridad también puede presentarse en personas que son diagnosticadas con personalidad depresiva.

Como todo problema, la bipolaridad tiene consecuencias, muchas derivadas de los actos, entre ellas se encuentran: «perder la realidad de lo que está sucediendo, acompañado de momentos de angustia y ansiedad. Las personas bipolares sufren mucho de temores, inseguridades, incertidumbres, entre otras emociones.»

Al presentar todo este cúmulo de emociones de manera constante se desgasta la esfera afectiva y emocional de la persona. Pueden ser muy activas a manera de evadir su depresión, es decir, son personas que constantemente tienen que estar haciendo cosas hasta el grado de saturarse y no saber o poder cumplir con todo ello, a esto ya se le conoce como «estar en la manía».

Muchas personas tienden a salirse de la realidad y aparentar que se está bien, por lo que el problema se agranda. Es importante que si se conoce a alguien con los padecimientos se le hagan notar y se busque ayuda profesional para llevar un tratamiento médico, es importante rodearse de personas comprensivas, tolerantes y objetivas, para que se brinde un apoyo emocional que le permita aceptar su realidad. A veces se combina con un tratamiento psicoterapéutico.

Como te llames puede ser causa de bromas, prejuicios, hasta habla de estilo y se convierte en parte de tu personalidad

Cuando nacemos, nuestros padres deciden muchas cosas sobre nosotros, una de ellas y que incluso es un derecho es el nombre, el cual nos va a identificar.
No importa que cuando crezcamos nos digan de otra forma; nadie nos pregunta sobre él, cómo hacerlo si de todos modos no tenemos la facultad de decidir, hay quien opina que deberían darnos un nombre opcional para que después cada uno decida cambiarlo… imposible.

No se intenta hacer una burla, pero es cierto que hay nombres muy raros y hasta chistosos.

Hablar de ellos parece ser banal pero no lo es tanto, al contrario, es algo tan importante pues imaginemos que no existieran o que todos nos llamáramos igual. Además es causante de prejuicios, de bromas, hasta habla de estilo y se convierte en parte de nuestra personalidad.

En México los nombres más comunes según el Instituto Nacional de Estadística son Alejandro, seguido de Juan Carlos, Miguel Ángel, Eduardo y Fernando. En mujeres: Gabriela, María, Adriana, Alejandra, María Guadalupe.

Los raros son muchos, puede ser algo relativo, ya que son raros porque simplemente no son comunes, parece lógico y así es. Hay gente que se llama Hipotenusa, Masiosare, Primo, Oliver Onice, Deltránsito, Belú, Sero, Florizel, Grijalva, Lenin, Hitler, Trosky, Volter, Linier, Aristóteles, Diógenes, Platón, Laureano, Cinico, Celito, Decoroso, José Superman, Casiano, Egonomia, Sopelo, Cerbula, Amnesis, Eutilo y Eleudomina, por mencionar sólo algunos.

¿Inspiración o terror?

Esto de los nombres ha sido motivo de estudios, pues más allá de si son raros o chistosos causa expectación el porqué de ellos. Hay quien lo elige por algún familiar, de algún libro, de la televisión, de algún personaje histórico o en afán de que sea bonito ponen nombres extranjeros o de personas famosas. Otros que lo toman del santoral o del calendario, hay quien se llama Anirev, ya que nació el 20 de noviembre día en que se celebra el aniversario de la Revolución Mexicana.

Una constante que se dio en México fue el de los nombres extranjeros, sobre todo en provincia, como Bryan, Kevin, Acsel o Axel, Yahir o Jair, Junior, Jael, Giovanna o Giovanni.

En Chiapas otro estudio coincidía en que los nombres eran tomados de la televisión; hay quien se llama Adidas, el famoso One Dólar y apareció uno que se llama Microsoft, indicó Edmundo Lazos, director del Registro Civil de la entidad.

Hay quienes no están de acuerdo en colocar nombres sin saber el significado, se considera un asunto de identidad, pues en pueblos indígenas, por ejemplo, se cambian los nombres comunes por los que ven en medios de comunicación. Sólo los que no tienen acceso conservan esa identidad y por consiguiente los nombres. Pero no dudan que si la telenovela más famosa es Rubí, ese año habrá más de 20 con ese nombre.

Lo cierto es que poner un nombre no es cosa fácil, quien tiene ese poder o esa decisión sabrá porqué escoge uno o dos; raro, común u original. Y si carga en la conciencia el desacuerdo del que recibe el nombre, aunque ya existen juicios para cambiarlo, tal vez en un futuro sea común.

Siempre las primeras etapas son las más divertidas, pero cuando se acerca el final no quisiéramos verlo, porque sin duda el fin es algo que no queremos experimentar.

El amor, un tema universal explotado en todos lados: el cine, las telenovelas, las revistas. Un tópico del que todos nos creemos expertos, del que todos hablamos y hasta consejos damos, pero realmente, ¿qué es?, ¿cómo se percibe?, ¿cómo se controla?

Creo que todos o la mayoría hemos dicho “te amo”, para algunos es complicado decirlo porque sabemos o creemos la magnitud de esas dos palabras, además no es igual para mí que para la otra persona.

¿Qué es el amor?, buena pregunta, difícil de responder. Hace mucho tiempo una amiga decía “el amor es sentir mariposas en el estómago” y yo decía “¿Cómo sabes que son mariposas?”, demasiado cursi para mí; aunque con el tiempo descubrí que no son mariposas, pero sí hay algo que se siente en el estómago, el corazón late más rápido y la cabeza parece incontrolable.

Conocer el amor es sin duda una experiencia digna de plasmar en papel, en fotos, cartas, viajes, hasta sexo. Siempre las primeras etapas son las más divertidas, pero cuando se acerca el final no quisiéramos verlo, porque sin duda el fin es algo que no queremos experimentar, pero después comprendemos que también hace parte de ese proceso.

El amor puede llevar a las nubes, aunque muchos no lleguemos a verlas tan de cerca, nos hace realizar cosas tontas, cursis, bobas, sin importarnos las consecuencias. Pero también nos hace llegar hasta lo más profundo, nos azota al suelo, nos vuelve locos.

Cada uno vive el amor como mejor le place, siempre de acuerdo a las características de la pareja, todos somos diferentes, y hay quien vive el amor sin llamarle así, sin etiquetarlo, sólo viven el momento.

¿Qué pasa cuando el amor se acaba?, parece el caos, no caemos en cuenta de cuándo ni como se fue acabando, en qué momento se empezó a ir al suelo; y si lo sabemos, a veces ni queremos recordarlo, la persona que amábamos a veces se vuelve lo que menos queremos ver, y nos reímos, ahora sí, de las tonterías que hicimos.

Hace poco un amigo me dijo que acababa de cortar, las cosas ya no andaban bien, el estrés y el tiempo empezaron a enfriar su relación, pero algo que dejó claro es que el amor no se había acabado, ¿Entonces?, no siempre el amor se acaba, no siempre tiene que ser algo malo, pero lamentablemente sí se sufre.

Nadie acaba de conocer el amor, muchos se niegan a darle rienda suelta, otros no pueden vivir sin él, algunos son expertos y hasta tienen su manual, algunos, como yo, sólo esperan que llegue y no nos importa esperar.

México ocupa el cuarto lugar mundial en la venta de contrabando y piratería y el primero en América Latina. Tal práctica provocó sólo en 2006 pérdidas por mil 200 millones de dólares a diversas industrias

El significado de piratería se toma de una metáfora de “robo” de la propiedad de alguien más, acto que realizaban los piratas en el mar. México ocupa el cuarto lugar mundial en la venta de contrabando y piratería y el primero en América Latina. Tal práctica provocó sólo en 2006 pérdidas por mil 200 millones de dólares a diversas industrias y pone en riesgo la inversión, tal y como lo advirtió en su momento el director general de la Cámara Americana de Comercio (Amcham), Larry Rubin.

Es común ver en distintos puntos del país a los puestos “piratas”. En el Centro de la Ciudad de México, por ejemplo, encuentras desde un disco compacto hasta varios productos como gorras, relojes, playeras, películas, etc.

Algo a destacar es que ya se ve como parte de la sociedad mexicana, antes parecía un problema de poder adquisitivo, donde la respuesta de la gente era que compraban esos productos porque eran más baratos, pero ahora es hasta una fuente de ingresos para personas que ven en la piratería una buena forma de hacer negocio, la mayoría de las veces sin pagar impuestos.

De acuerdo con cifras del Informe Global 2005: Reporte Especial 301 de la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual, México ocupa el cuarto lugar mundial en la venta de mercancía pirata, superado sólo por países como Rusia, China e Italia.

La piratería musical es la más rentable, un disco cuesta entre 150 y 200 pesos, en promedio, pero en el mercado pirata lo encuentras en 8 pesos, o hasta en 3 ó 4 pesos de mayoreo. Las películas le siguen, una película cuesta entre 100 y 200 pesos, con los piratas sólo 10 e incluso 5 pesos de mayoreo, sin contar que afecta a las empresas cinematográficas, ya que incluso los estrenos están antes en el mercado pirata que en las salas de exhibición.

La piratería no es un problema aislado, generalizar podría ser arriesgado, pero ya no es un problema de pobreza al 100%, posiblemente habrá algunos que no compren piratería pero la mayoría sí. Las sanciones no son fuertes y la entrada de productos no parece detenerse.

Por otro lado, la piratería no es sólo un problema económico, se vuelve un problema con contexto cultural, y la vuelve una situación difícil de erradicar, aunque se hagan esfuerzos para hacerlo. Y se afectan además los derechos de autor, que son el reconocimiento del Estado en favor del creador de obras literarias y/o artísticas.

Piratería por productos

Ocho de cada 10 películas.

Siete de cada 10 discos musicales.

65 por ciento del mercado de software.

60 por ciento de usuarios de televisión por cable.

Tres de cada 10 usuarios de televisión por satélite.

Cinco de cada 10 prendas de vestir.

Tres de cada 10 libros.

Dos de cada tres pares de tenis.

Tres de cada 10 vinos y licores.

20 a 40 por ciento del mercado de joyería.

Hoy es Navidad y sólo quiero desear una Feliz Navidad y que todos la pasen en compañía de sus seres queridos, que el año que viene nos traiga muchas cosas buenas a todos. Un fuerte abrazo.


Comentarios para hi5

Sea uno u otros, todos tienen su historia y sus seguidores, tú, de ¿cuál bando estás?

Uno es gordito, con mejillas rosadas, traje rojo, se mete por las chimeneas, trae regalos a los niños que se portan bien, usa trineo, tiene un reno con nariz roja que brilla, vive en el Polo Norte y siempre rie ¡jojojo! Los otros son tres, magos, reyes, conocidos en todo el mundo por darle regalos a Jesús y andan en un camello, caballo y un elefante.

El primero es Santa Claus; los otros, Melchor, Gaspar y Baltasar. Año con año tienen algunas disputas: ¿Quién es el preferido?, ¿a quién le piden los regalos más bonitos? y ¿con quiénes prefieren los niños tomarse la foto del recuerdo?

En lo que concierne a México, parece que los preferidos son los Tres Reyes Magos; tal vez una de las razones es que somos un país mayoritariamente católico y al saber que estos personajes tienen relación directa con el nacimiento del niño Jesús, pues les otorga un nivel más mítico y religioso.

Por otro lado, está el bonachón de Santa; aunque no podemos negar que su imagen es más explotada por los medios y la publicidad, parece tener una imagen más atractiva y dulce, además de que está mas cercano a la Noche Buena.

Hablemos un poco de la historia de cada uno, pues no todo viene de Estados Unidos, ni es tan malo como parece. Comencemos con Santa.

Su nombre ha ido cambiando con el tiempo y es conocido en diversos lugares también como Papá Noel o San Nicolás. La inspiración de este personaje surgió gracias a un obispo cristiano llamado Nicolás de Bari que vivió en el siglo IV en Turquía.

Se cuenta que era una persona que logró milagros, que era muy bondadoso y que se convirtió en santo. Entre las cosas que se le atribuyen se encuentra el salvar vidas. «Noël» es Navidad en francés y su relación con ella y los regalos viene de Roma, donde se realizaban fiestas a mediados de diciembre y los niños recibían regalos de los mayores.

Debido a tradiciones de diversas partes del mundo donde se veneraban a ciertas personas o se daban regalos por alguna cuestión, San Nicolás fue desplazando a todos; se cree que cuando los inmigrantes holandeses fundaron Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York, llevaron consigo costumbres, entre ellas el de Sinterklaas, su patrono. De ahí, un escritor hizo una sátira por 1809 y deformó la pronunciación a Santa Claus. Siguió su transformación hasta que, en 1863, adquirió la actual fisonomía que parece perdió toda relación con el original San Nicolás de Bari, el obispo.

Santa se fue extendiendo por el mundo y se fusionó con personajes ya establecidos. Incluso se dice que la empresa refresquera más grande del mundo ha tenido mucho que ver con el personaje, pues fue causante de que se hiciera más humano y real. Sin embargo, esto es más una leyenda urbana, pues también se dice que Santa es rojo por los spots que se hicieron del refresco por allá de 1931.

Hoy, es un señor que le trae regalos en su trineo a los niños que se portan bien y los deja en los árboles de navidad. Usa polvos para entrar por las chimeneas y si alguien se porta mal, les deja carbón.

Por su parte, los Reyes Magos son conocidos también como Magos de Oriente; su origen es cristiano, su título de magos no es como el que se conoce ahora, sino que se les daba a las castas sacerdotales y ganaron reputación por la astrología.

La primera aparición es la que se menciona en la religión; se dice que cuando Jesús nació, llevaron oro, incienso y mirra, aunque en la Biblia no se menciona que fueron tres y mucho menos que eran reyes y magos. Sin embargo, otras tradiciones les pusieron nombres, Melchor, Gaspar y Baltasar, y finalmente les dieron nacionalidad, son de África, Europa y Asia.

La tradición también se extendió, haciéndose costumbre hacer regalos a los niños la noche del 5 de enero. Los niños escriben una carta que ahora mandan en un globo. Siguiendo la tradición de la comercialización de Santa, ellos también están presentes en los centros comerciales y tiendas de regalos.

Aunada a toda la parafernalia de los regalos, existe la llamada Rosca de Reyes, que marca el fin de la temporada navideña.

Muchos padres tienden a decirle no a Santa, porque no es mexicano, lo cierto es que los Reyes Magos tampoco lo son.

Traumante o no, saber que el viejito “ése” no existe es una de las cosas que nos hace darnos cuenta de que empezamos a dejar de ser niños, de que la inocencia comienza a perderse y de que no habrá más regalos.

La cara de un niño recibiendo un regalo es simplemente incomparable; ellos tienen esa virtud: Decir o hacer lo que les nace, de enojarse si así lo siente, gritar si tiene ganas, reírse aunque los regañen por ruidosos.

Pocas veces hay oportunidades para recibir regalos, además del día de cumpleaños, el obligado es el Día de Reyes y, por supuesto, cuando llega Santa. Todos los que creímos, sabemos que esa noche, después de la cena navideña, no queremos dormirnos: El viejito barbado está por llegar, así que no falta el que se porta de lo mejor, no vaya a ser que lo vean y si hace alguna «travesura» se arrepienta de dejar los regalos. Hacemos lo posible por no cerrar los ojos, aunque el sueño termina venciéndonos, claro, éL usa sus poderes o polvos mágicos para que eso suceda.

Sin duda, «el mito» de Santa es muestra de que estamos creciendo, se convierte en uno de los indicativos de que la inocencia va desapareciendo. Cuando descubrimos que Santa, el gordito del Polo Norte que vemos en miles de películas, posters, en el Monumento a la Revolución multiplicado, en las plazas comerciales, ¡no existe!, nos respondemos a las preguntas que siempre nos hicimos.

¿Por qué nunca lo veo? ¿Cómo entra si no tengo chimenea? ¿Por qué no le trae regalos a los niños pobres? ¿Por qué si me porto mal me trae cosas? O, por el contrario, ¿me he portado tan bien y sólo me trajo la mitad de lo que pedí? ¿Cómo le hace para entregar tantos regalos a todos los niños del mundo? Todas las dudas se despejan.

El punto es el cómo nos enteramos. Me consta, porque así lo he vivido, que muchos se hacen los que no saben y no falta el «vivillo» que se encarga de decirles a todos que «Santa son tus papás». Entonces, esa noticia se convierte en una tragedia. De inmediato buscamos la respuesta en nuestros padres, quienes, si lo creen oportuno, lo confirman y si no nos recetan respuestas como: «¡Qué le crees a ese niño!», «a ver de dónde voy a comprar yo eso», «seguro él es malo y Santa no le trae nada». Cierto o no, la duda se queda.

Tenía 7 años, nací en diciembre y los tenía recién cumplidos. Esa Navidad del 92 fue de las más duras: tres pérdidas familiares mermaban los ánimos, hice la carta como todos los años, siempre quise un carro de control remoto, se lo pedí a mi padre, a Santa, a todo mundo, pero justo ese regalo no llegaba.

Estaba en la Ciudad de México, aquí pasé esa Navidad, pues no soy de aquí, me preocupaba un poco, pues que tal que Santa no me dejaba nada; estaba en casa de mis primos, un poco más chicos que yo, todo transcurría normal, después de la cena me fui a dormir. Algo debió pasar, al otro día no había más que un regalo y una bota de dulces, era un muñeco, muy feo por cierto.

Seguro hice berrinche, no lo recuerdo. Jamás jugué con el regalo, sólo me comí los dulces, pensaba que, en efecto, en mi casa estaban los regalos «buenos» o, por el contrario, que era cierto lo que me habían dicho en la escuela.

En primaria supe, o mejor dicho, me llegó el rumor de que Santa no existía, ¡vaya noticia! No hacíamos otra cosa que debatir en el salón si eso era verdad, la maestra nos dijo que el niño chismoso mentía, ¡uff! Creo que la mayoría nos tranquilizamos, aunque no dudé en preguntar, la respuesta fue la misma.

Sin embargo, como dice el dicho, «si el río suena es porque agua lleva»… Decidí esperar a los Reyes Magos, después de todo, mi padre siempre decía que Santa no era muy bueno, pero los Reyes sí. Y sin duda, esos tres hombres me trajeron juguetes más divertidos. No fue sino hasta el siguiente diciembre que tuvieron que decirme la verdad.

Al tener 8 años, muy grande para los regalos, y siendo un poco más despierto y observador, noté cómo había regalos por todos lados, ¿por qué los venden si Santa los fabrica?, ¿por qué la gente trae bolsas negras? La vecina guardaba los regalos de Santa en la casa de mis tíos, si ese día no me hubiera dicho que les dijera que iba a guardar sus regalos, seguro un año más hubiera seguido en la feliz ignorancia. Fue imposible, pregunté y la respuesta fue «Sí, Santa y los Reyes, somos nosotros». Me explicaron y yo no lo podía creer, con todo y que era tan lógico, había crecido; sin embargo, ese año llegó el carro de control remoto que valió el no decirles a los más pequeños lo que yo sabía.

Después de todo no fue tan cruel. Ahora con muchos más años, creo que es complicado no caer en esas ondas consumistas, hay tantas cosas por las que los niños no pueden evitar sentirse atraídos, es que la inocencia es parte de ellos, y ¿por qué no conservarla aunque sea de esa manera? Ya los grandes se las ven negras con sus vidas y ocupaciones de «adultos».

Ahora tengo una hermana de cinco años, fan de Santa, a los Reyes los conoce, pero a Santa lo respeta; es al que ve en todos lados, es con el que le gusta tomarse la foto, además está viejito como su abuelito, es al que le pide los regalos más bonitos y, de una u otra forma, es el más cercano a la Navidad.

Traumante o divertida, ¿recuerdas cómo fue la vez que dejaste de creer en Santa?

Mi primer post debería ser muy interesante, tal vez algo que vi (realmente hay tantas cosas que veo), alguna aventura de esas que pasan seguido, o simplemente algo importante o divertido, pero como a estas horas de la noche no me dieron muchas ganas ni estoy inspirado pues me presento.

Soy Héctor, tan simple pero original, siempre he creido en la esencia de las personas, en que cada uno es lo que quiere y en su defecto lo que puede. Me interesa el periodismo, soy egresado de comunicación y periodismo, gracias a personas, mi trabajo, constancia trabajo en lo que me gusta. Uno de los mejores proyectos de mi vida. t-Va, el sitio de El Universal, hecho por jóvenes para jóvenes.

t-va pagina del periodico universal

Soy como soy, no me parezco a nadie, bienvenidos a este nuevo espacio donde pondré de todo un poco, sólo para divertirme y compartir con el que quiera lo que soy, lo que pienso, lo que hago.

Medio egocentrista, un videito con mis mejores momentos, jaja.

Entra a

Etiquetas: , ,

ÉSTE ES HÉCTOR LEDEZMA…CONÓCEME

Twitter: @natheleo

Photobucket

Periodista y comunicólogo, editor, amante del tenis, de la vida, de la sexualidad como parte inherente al ser humano.

Comencé mi carrera en El Universal, en el sitio para jóvenes tva.com.mx, posteriormente llamado De10.mx donde fui redactor de sexualidad, además de reportero.

Coeditor en el sitio hiperlocal El Universal Del Valle, y en El Universal Estado de México.

Actualmente columnista de sexualidad y editor en el Semanario Hoy Valle de México del Estado de México.

Me gusta el teatro, el cine, la televisión, los espectáculos en general, por ello soy bloguero en Del Cielo a la Tierra

Top Clicks

  • Ninguno