No Walls, No Limits by Héctor

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Por Héctor Ledezma

La recámara es tal vez un lugar después de tu oficina, o escuela donde pasas más tiempo, donde prefieres hacer el amor, donde descansas y duermes, por ello no es un lugar cualquiera.
La cama es el espacio por excelencia para el sexo, el cual no debe hacerse como si fuera un simulacro o un desfile, así que como en todo hay reglas que son importantes seguir, así lo dice el sitio Handbag.com.

1. Si prometes sexo, hay que darlo. Dicen por ahí que se promete lo que se cumple, si dices a tu pareja que en determinado momento tendrán sexo, ya sea en la noche o al otro día, llueva, truene o relampagueé deberás hacerlo.

Claro que hay momentos donde es imposible, un compromiso de vida o muerte, salud, pero si fallas varias veces tu pareja simplemente ya no te creerá.

2. Celos del vibrador. Algunas mujeres se atreven a probar los placeres de un dildo o vibrador, con lo que conocen un poco más a fondo su sexualidad y además conocen su cuerpo, pero hay quien a falta de sexo con pareja puede usarlo de más, lo que causa un poco de «celos» en sus parejas.

Cabe decir que una mujer debe usarlo lo necesario, nunca más que el sexo con una pareja, ya que además con un vibrador pueden tener un orgasmo más rápido, con lo que el sexo con una persona podría ser un poco más tardado.

3. Comparte el juguete sexual. Ellas son más asiduas a los juguetes, claro está que ellos también tienen los suyos, pero hablando exclusivamente de un vibrador, para evitar el punto anterior, dense el tiempo y que él sea el que controle, el que manipule los movimientos del aparato, para tener más que ver con el placer de ella. Incluso a él le servirá para conocer a su pareja e identificar sus zonas de placer.

4. Aguas con el herpes. En general todas las infecciones de transmisión sexual son de cuidado, pero si se tiene una como el herpes bucal, no se puede ir a los genitales con ello, ya que puede transferirse y sin duda será muy desagradable.

5. Dar rienda suelta con el sexo oral. Aprovechar todas las oportunidades para hacer sexo oral, con ello, ellas aprenderán a quitarse un poco el estigma de esta práctica, además de que perfeccionarán su técnica, ellos lo agradecerán, no subestimen el poder de una buena felación.

6. Sexo con estimulación. El sexo es algo que se debe disfrutar con lentitud, midiendo los pasos, sintiendo cada momento. Las caricias y los besos son de suma importancia, es sabido que eso prepara al cuerpo para lo que viene.

El preámbulo es una parte importante en la relación sexual, no sólo la penetración, sobre todo para las mujeres que necesitan de cierta estimulación para poder ser penetradas.

7. Abiertos a nuevas ideas. Lo nuevo puede causar miedo, pero puede ser algo placentero, no se vale quedarse callados si quieren probar algo que vieron o leyeron, siempre que esté dentro de la ley.

Una nueva postura, un nuevo lugar, tal vez un sexo fuera de casa, o una fantasía que se puede cumplir, todo eso ayudará a la confianza de pareja y a la relación, además de que bien hecho puede aterrizar en una buena acción.

8. Si serás infiel, mira bien con quién. El sexo con un tercero (a) no se recomienda sin protección, menos si existe un acuerdo con tu pareja de no usarlo, ya que se traicionaría la confianza y una sesión de sexo puede representar una infección de transmisión sexual grave.

No piensen que porque puede ser un conocido está sano, a menos que sepas su historia, lo cual es casi imposible.

9. Terminen lo más cercanos posible. Está comprobado que ellas son multiorgásmicas, pueden tener más orgasmos que ellos, y aunque el orgasmo es de quien lo trabaja, lo ideal es que se preocupen tanto del suyo como el de su pareja, es decir, compartan su placer.

Háblense, díganse si ya uno terminará y espere al otro, con esto no es que busquen un orgasmo simultáneo, se puede pero es complicado, lo mejor es unirse y terminar cuando los dos lo deseen.

10. Sexo cuando se quiera. El sexo a todas horas es más un mito que fomentan algunos medios, porque además de eso, muchos tiene que atender otros asuntos, lo ideal es tenerlo de acuerdo a sus tiempos, cuando los dos quieran y puedan para que esa unión sea placentera para ambos y no un martirio.

Tampoco se trata de no darle prioridad, también es importante y como tal hay que buscarle un espacio, siempre de acuerdo a las necesidades y/o acuerdos de pareja.

Por Héctor Ledezma

El zodiaco tiene mucho que ver con el comportamiento de cada persona, de hecho, la astrología dice que los fenómenos celestes rigen las actividades humanas. Éstos influyen no sólo en las posiciones sexuales, sino también, en las zonas erógenas y en lo que les gusta hacer en el acto sexual. ¿Cuál es tu signo?

Aries: Les encanta que digan cosas subidas de tono durante el sexo, también en la conquista; son amantes de los juegos y disfraces, donde la imaginación tiene mucho que ver. Necesitan de toqueteo y besos.

Tauro: A los nacidos bajo este signo, les da pena el sexo oral, pero es de suma importancia para un orgasmo pleno y placentero. Para que la pasión despierte deben sentirse amados o deseados, gustan del coito largo con penetraciones profundas y lentas.

Géminis: Lo salvaje corresponde a este signo, se vale de todo, mordidas, jaloneos, el placer en los senos es inmenso así como en el pene. Gustan de frotar los cuerpos y los multiorgasmos son parte de ellos.

Cáncer: Son un tanto voyeuristas, gustan de verse en un espejo o cámara, se excitan más con el placer del otro. La música hace un buen ambiente, los besos prolongados y la penetración suave es lo suyo.

Leo: Estos van por el placer, te arrancan la ropa; gustan de la penetración fuerte y repetida. No se conforman con un orgasmo, luego de uno van por otro.

Virgo: Suelen calentarse con películas eróticas, con cuerpos desnudos, escotes y faldas cortas. Son provocadores y se hacen los difíciles porque se excitan con las súplicas y urgencia sexual.

Libra: Les encanta fajar y recrear los sentidos con velas, olores, plática y buen vino durante el coqueteo y juego erótico. Les gusta quitarse la ropa en tono desafiante, les mueve el sexo oral en diversos lugares como la sala o cocina. Logran orgasmo fácilmente y les encanta repetir varias veces el acto en una sola noche.

Escorpión: Amanecen calientes desde que se levantan, son de los que mandan mensajes atrevidos esperando el acto con su pareja, te advierte que cuando llegues te encontrará sin ropa. Gustan de dominar la acción.

Sagitario: Les gusta empezar el toqueteo ya en la cama, en la posición donde uno está acostado y que la otra persona haga casi todo el trabajito. Tienen un cuerpo cálido y amoroso que incita a que lo adoren, gustan de las caricias suaves y las velas y de verles desnudos temblando de placer.

Capricornio: Les cuesta aflojar el cuerpo, olvidarse de los problemas y entregarse al placer. Son muy visuales y les importa mucho que su amante tenga buenas pompis y piernas. Les gusta ponerse en poses provocativas para que se exciten y luego duran horas y horas de placer sin freno.

Acuario: La seducción abarca la buena comida, las velas y la bebida, muchos besos y toqueteos con una actitud de «Gáname esclavo», que enciende a su pareja. Son de los que gritan en el éxtasis y orgasmo, les gusta cambiar de posiciones y salirse de la cama a otros rincones de la casa.

Piscis: No esperan, empiezan a tocar y arman el acto. Saben los puntos sensibles de su pareja con lo que los derriten. Son insaciables y locos en la cama.

De acuerdo a los gustos de cada persona, y aunado a lo que dice tu signo podrás armar toda una relación, juntando lo tuyo y lo de tu pareja.

Es importante saber las zonas erógenas de cada uno, para probar y experimentar, no olvides las 10 zonas erógenas masculinas por excelencia, y las posiciones sexuales que también tienen que ver con tu signo.



Por Héctor Ledezma

Una relación sexual puede dividirse en varias partes, de acuerdo con Ciudad.com.ar sería más o menos así: la anticipación, cuando todo es expectativa; los juegos previos, donde sí pasan cosas sin penetración; durante y el orgasmo, que incluye todo; y el después, donde algunos se abrazan, platican, se bañan, duermen u otros huyen.

La pregunta directa es ¿Cuál te gusta más?

Una revista británica VUE Weekly, como parte de la encuesta Sex in the City 2009, formuló esa pregunta dentro de las cuestiones, que incluye algunas como las siguientes:

¿Cuántas veces has tenido relaciones sexuales en el último mes?
¿Cuántas parejas tuviste el año pasado?
¿Has usado Internet para tener sexo?
¿Has usado un juguete sexual en tu recámara?

Otras más largas y sin opciones como: ¿Qué parte de la anatomía de tu pareja consideras la más sexy?

Sobre la pregunta de la parte preferida de la relación sexual, los resultados fueron:

-La mayoría de las mujeres heterosexuales eligen los juegos previos como su momento preferido.

-Para los hombres, también ese es el momento preferido, lo que llama la atención porque los prejuicios indicaban que a ellos les gusta la penetración más que otra cosa.

-34 por ciento de las mujeres eligieron los juegos previos como su momento preferido, los hombres las superaron con 45 por ciento.

La encuesta también resalta el dato en las personas bisexuales y homosexuales. Los primeros eligieron el preámbulo en 67% y nadie escogió al orgasmo. Las chicas bisexuales dieron 57%. Gays y lesbianas estuvieron más cerca de los datos heterosexuales.

Con esto tenemos que la parte que también se conoce como preámbulo, es la preferida, y esto se debe a que es en esta petapa donde se prepara el cuerpo para la penetración, donde ellas siempre piden más tiempo, porque su cuerpo se los exige, ya que corren el riesgo de no alcanzar el orgasmo por falta de lubricación o de excitación.

La sexóloga Josefina Flores comenta que una de las claves es no llamarle «preámbulo», ya que «entonces no se considera parte de la relación, y los besos y caricias también forman el conjunto». El conocer las zonas erógenas es de suma importancia, así el sólo jugueteo de ellas pondrán a punto a la pareja.

De hecho, existe una práctica llamada petting, que consiste en mantener relaciones sexuales en las que no existe la penetración. Donde la excitación se alcanza tras los masajes, los juegos orales o la estimulación directa de los genitales lo que puede llevar a las parejas a alcanzar el clímax que supone el orgasmo sin ningún problema.

Una guía práctica para que ese momento cumbre de éxtasis no sea el peor de tu vida, o peor, que jamás llegues a conocerlo

Por Héctor Ledezma

El orgasmo es de quien lo trabaja, no es algo que surja sin que se haga algo por ello; el maestro Mantak Chia y la Dra. Rachel Carlton Abrams, en su obra La pareja multiorgásmica exponen 9 pasos para alcanzar no sólo uno, sino muchos orgasmos. Con lo que se rompe el mito alrededor de ellos.

Estos pasos incluyen la imaginación, que es el principal punto del deseo; los puntos de placer que son las zonas erógenas; el arte de la lengua, que es el sexo oral; la búsqueda, la autoexploración; la ayuda, pedir al otro lo que se necesita, entre otros.

Los 9 pasos darán resultados óptimos a la pareja, sin embargo, debe existir permisión, autoconocimiento y capacidad para solicitar placer, ya que los orgasmos no son trofeos, además es importante saber que los hombres también pueden experimentarlos, aunque no se comparan con los multiorgasmos femeninos.

La anorgasmia es un problema que sufren entre 33 y 40% de la población femenina, y además esa falta de orgasmos surge por un lado porque los hombres y mujeres son diferentes, ellas necesitan de un preámbulo más que ellos. Las parejas se fijan en la frecuencia o cantidad de orgasmos más que en la calidad, lo que puede frustrar el momento. Además se suman problemas externos como la eyaculación precoz y hasta los orgasmos fingidos.

El busto es una parte muy erógena del cuerpo femenino, sin embargo, muchas mujeres se quejan de que sus parejas no saben cómo tocarlo

Una de las partes del cuerpo femenino más admirada por el sexo masculino son los pechos, esa zona especial al momento de las relaciones sexuales y también parte importante de la reproducción.

Por otro lado, el busto, específicamente el pezón y la areola, tienen infinidad de terminaciones nerviosas que hacen que la persona se excite con un beso, una caricia, un soplido, convirtiéndose así en una zona erógena para ambos sexos.

Son las mujeres las que muestran una ligera molestia, ya que aseguran que muchas de sus parejas «no saben tocarlos», por lo que pasa de ser una zona erógena a una nada excitable y hasta dolorosa.

Durante una relación sexual es necesario tener una excitación previa al coito y en ese ámbito los pechos juegan un papel muy importante, tanto para los hombres como para las mujeres; para ellas, por ser una parte muy sensible; para ellos, porque comparten la sensibilidad y también porque muchos se excitan al besar, morder o soplar los senos de su pareja.

El sexólogo y psicoterapeuta César Pérez comenta:

«Todas las zonas erógenas son importantes y los senos no son la excepción; cada persona irá descubriendo qué tanto le gusta que se los estimulen, las mujeres se quejan porque no hay tacto, siempre debe hacerse con sutileza, despacio (a menos que a la persona le guste brusco).»

Las quejas más frecuentes son que sus parejas se los tocan fatal; los presionan y aplastan; no les dedican tiempo; apenas y los rozan; los agarran como si amasaran o les dan un chupetón sin cuidado y sin que la chica esté preparada.

Sobre esto es importante decir que «el busto es muy sensible, es importante que se exploren y toquen para que descubran qué es lo que les gusta, cómo les gusta y, si es necesario, se lo expliquen a su pareja; también es bueno saber que cada persona tiene su propia sensibilidad, no podemos decir que una es más sensible que otra y menos comparar a hombres y mujeres.»

Tocar correctamente los senos puede ser causa de mucha estimulación y hasta puede ocasionar orgasmos en las dos personas: «Con todo y que algunos hombres no permiten que les toquen los pechos, si acceden, pueden tener lubricaciones y hasta eyaculaciones».

Los consejos para que el pecho se convierta en una de las zonas erógenas predilectas y, sobre todo, para que deje de ser una zona que cause dolor en lugar de placer son:

– Hacerlo poco a poco, no hay prisa; en cada encuentro sexual, hay que disfrutar del juego previo al coito, es parte de la estimulación, y los senos femeninos juegan un papel relevante; a ellas las prepara para la penetración.

– Los movimientos o acciones deben ser de preferencia suaves; desde las caricias hasta el chupetón; a algunas mujeres ya que están excitadas, les gusta que se los muerdan, aunque siempre con sutileza, pues puede ser doloroso.

– Es importante que se intercalen las dos bubbies, pues hay quien se centra en una y ahí se queda.

– Los masajes eróticos son una buena opción para la estimulación de el busto, se pueden utilizar aceites y no está de más amenizar con música y luz adecuada.

– Los pechos son también parte de otras prácticas, como la llamada «chaqueta rusa», donde se coloca el pene entre ellos. El contacto pene-busto realizando movimientos masturbatorios puede resultar muy erótico.

– Para algunos hombres, sus pechos son una de sus partes favoritas y también acceden a los masajes. Sus pezones son también sensibles y causan buenas sensaciones los besos, las caricias, mordisqueos, pellizcos suaves. Muchos hombres son más sensibles al dolor por lo que también hay que estimularlos suavemente.

A ti, ¿te gusta cómo te tocan? ¿Te gusta que te estimulen en el pecho y los pezones? ¿Crees que sabes sacarles todo el potencial erótico? ¿Te resultan molestos esos estímulos?

Nuestro cuerpo está lleno de “regiones” que nos causan placer, son las llamadas zonas erógenas, muchas de las cuales aún desconocemos, así que ¡a perder el miedo y a dejarse tocar!

No hay peor enemigo en las relaciones que la monotonía y esto repercute también en el sexo; muchas parejas se quejan de que su vida sexual está acabada o que es más divertido ver televisión que darse un momento con su pareja.

Por otro lado, es cierto que la falta de creatividad y las pocas ganas de ponerle «algo más» a la relación, pueden ocasionar incluso que termine. Nada sale de la nada, para que las cosas vayan bien hay que pensarle un poquito y «aventarse» a probar cosas que seguramente no están tan lejos de tu alcance.

Mucho tienen que ver el ritmo de vida, las costumbres e ideas, pues algunos tienen miedo o pena a experimentar; otros, esperan que sea la pareja la que tenga la iniciativa; se deja de lado la imaginación, de gran ayuda a la hora de la verdad.

Zonas ero… ¿qué?

El órgano más grande de nuestro cuerpo es la piel y, como tal, nos da muchas sensaciones placenteras. ¿Cuántos no brincamos ante el sólo roce de una mano, de todo un cuerpo, de un beso o una caricia? Sentimos un cosquilleo que nos recorre todo el cuerpo, nos ponemos rojos o «calientes» y todo eso nos invita a algo más.

Seguro todos hemos oído hablar de las zonas erógenas, relacionadas 100% a la sexualidad; son partes del cuerpo sensibles a una estimulación, la cual puede llegar de muchas maneras y que, de cierta forma, nos prepara para la relación sexual.

César Pérez, sexólogo, nos comenta:

«No podemos generalizarlas, pues en cada persona hay distintas zonas erógenas; aunque las más comunes son el cuello, los órganos sexuales, los pezones, los muslos, las piernas, los glúteos, la espalda.»

A pesar de que hay unas muy comunes, cada persona ubica y reconoce cuáles son sus zonas erógenas (si se lo permite), pues aún en una misma zona cada persona tiene una sensación diferente. La estimulación de una zona erógena casi siempre nos lleva a una respuesta sexual, «te excita o mantiene la excitación.»

Ya se ha comentado sobre el aventarse a conocerse, autoexplorarse, pues sólo así podrán identificar qué les gusta y qué no. Las zonas erógenas están presentes, pero si no se descubren, no se podrán disfrutar: «Hay muchos que no permiten que les toquen determinada parte, aún sabiendo que les gusta; eso ya es personal.»

Sabemos que los órganos sexuales son por excelencia una zona erógena, pero hay muchas que ni nosotros mismos conocemos. Así que lo ideal es que se dejen un poco atrás los tabúes respecto a los temas sexuales y que vivan su sexualidad plenamente, que se atrevan a sentir. No es una invitación, pues a fin de cuentas cada uno es dueño de su cuerpo y por lo tanto de cómo vive su sexualidad.

Las zonas erógenas van cambiando con los años, «cuando sé es adolescente, se desconocen muchas; con el paso del tiempo y la experiencia, se van descubriendo más; es importante que se atrevan a conocerse, pues una determinada zona erógena puede ser descubierta y tratada de formas distintas; no se responde de igual forma ante un beso o una caricia, ni tampoco ante una persona u otra».

Es importante decir que la mente juega un papel muy importante, pues aunque las zonas erógenas deben responder de forma casi automática, pues son sensibles, si las toca alguien por quien sentimos rechazo, la respuesta no será igual que si es alguien que nos gusta.

El sexólogo recomienda además que se vaya descubriendo poco a poco y que se animen a decir si algo les gusta o no, ya que por pena puede que se priven de satisfacción.

Las zonas erógenas son parte de nuestro cuerpo y depende de cada uno si las ignoramos o hacemos uso de ellas. Son aliadas en las relaciones sexuales y cumplen un papel importante en la sexualidad.


ÉSTE ES HÉCTOR LEDEZMA…CONÓCEME

Twitter: @natheleo

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Periodista y comunicólogo, editor, amante del tenis, de la vida, de la sexualidad como parte inherente al ser humano.

Comencé mi carrera en El Universal, en el sitio para jóvenes tva.com.mx, posteriormente llamado De10.mx donde fui redactor de sexualidad, además de reportero.

Coeditor en el sitio hiperlocal El Universal Del Valle, y en El Universal Estado de México.

Actualmente columnista de sexualidad y editor en el Semanario Hoy Valle de México del Estado de México.

Me gusta el teatro, el cine, la televisión, los espectáculos en general, por ello soy bloguero en Del Cielo a la Tierra

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